Sinopsis:
“Un guijarro en el cielo” es una novela de aventuras, que internamente está estructurada en veintidós capítulos breves. La novela narra las consecuencias que tendría, en un futuro lejano, una guerra nuclear en nuestro siglo. El espacio físico donde se desarrolla es el planeta Tierra en dos tiempos distintos. Al inicio, la novela relata la caminata rutinaria de un hombre de mediados del siglo veinte por la ciudad de Chicago. De golpe por una “falla en el tiempo” (a causa de los experimentos atómicos) este hombre desaparece entre una pisada y la otra y se ve trasladado al futuro, al año 827 de la Era Galáctica. En este tiempo futuro se desarrolla el relato. Como en la novela clásica de aventuras, ésta posee dos elementos muy importantes: suspenso y acción. Así como la ceguera de los hombres del siglo veinte convirtió a nuestro hermoso planeta en un sitio radiactivo, los futuros terráqueos crean una conspiración para destruir la galaxia con armas biológicas. Esta conspiración permite innumerables acciones donde abundan las escenas de luchas, persecución, encarcelamiento, liberación y, por supuesto,
amor. Se presenta a la ciudad de Chica, con un ambiente transformado a la antigua Chicago. La cultura, en lugar de haber evolucionado ha retrocedido en relación a nuestro siglo. El contexto general de la Tierra es el de un imperio galáctico en el que nuestro planeta es considerado una civilización arcaica y de cultura atrasada. Los elementos más importantes de la ambientación son los siguientes: la Tierra se ha vuelto radiactiva y por lo tanto no tiene capacidad para alimentar a muchos habitantes. Esto obliga a su cultura a practicar la eutanasia, que consiste en la eliminación de todas las personas que llegan a los sesenta años de edad. La ciencia está poco desarrollada, pero no lo suficiente como para que un científico genial descubra un aparato peligroso. No hay, como en otras novelas de ciencia ficción, descripciones de ambientes extravagantes, llenos de máquinas extrañas e imaginativas. El tema más englobador es la peligrosa relación entre los descubrimientos científicos, la ética y los usos políticos y militares de esos descubrimientos. Lo que la novela tematiza son las posibles y desdichadas consecuencias del uso de la energía atómica en una guerra planetaria. La investigación sirve para prolongar la vida, crear comodidades, curar enfermedades y otros valores importantes, pero también, puede usarse para destruir la vida y la cultura. Veamos cual es la visión que tiene de los terráqueos nuestros hipotéticos herederos: “Todos estos terráqueos son `pícaros y bribones, sin excepción. Intelectualmente son inferiores a nosotros. Les falta ese impulso que ha diseminado a la humanidad por toda la Galaxia. Son haraganes, supersticiosos, avaros y les falta nobleza de alma”. El retrato es negativo y degradante. Y ese es el tema y la advertencia de la novela. Si los científicos, los políticos y el hombre común de nuestra época n toman conciencia y hace buen uso de las creaciones de la ciencia ese tipo de seres serán nuestros herederos. La solución a este problema no lo pueden dar la ciencia sino la apertura de mente y de corazón que haga que las sociedades dejen de hacerse la guerra entre sí. Es por eso que el autor pone como héroes positivos a un científico que está dispuesto a traicionar a su planeta para evitar una guerra, a un hombre común del siglo veinte que es capaz de realizar acciones heroicas y solidarias, a un científico galáctico que se mueve por amor y simpatía, superando los prejuicios hacia los terráqueos y a una chica joven que es capaz de amarlo. Todos estos personajes tiene en común una conducta ética que privilegia más la búsqueda de la verdad que el aferrarse a dogmas, prejuicios ambiciones y mezquindades. Hay muchos personajes en la novela pero nos detendremos sólo en los principales: Schwartz es un anciano de nuestros siglo que vive una asombrosa aventura: es trasladado al futuro donde es sometido a un experimeento mental, por el cual adquiere misteriosos poderes. La función protagónica de este hombre es representar al hombre común actual, víctima de las atrocidades que produce, o podría producir, el uso inadecuado de los descubrimientos científicos. El doctor Shekt es un científico del futuro que drea un aparato que acelera la capacidad de aprendizaje. También su descubrimiento se usa para la guerra y el mal, en lugar de ser un instrumento de paz. Esta es su función: representar la capacidad de pensar reflexivamente y crear ciencia, a la vez que posee una conciencia ética que le advierte del mal uso que se puede hacer de ella. Pola es una terráquea joven y hermosa, hija de Shekt, y cumple la función de representar el más elevado de los sentimientos humanos: el amor que une a todos los seres a pesar de las diferencias. Bel Arvardan es un arqueólogo de la galaxia pero que está en la tierra tratando de probar mediante su investigación que toda la humanidad tuvo su origen en la Tierra. Él se enamora de Pola y es el héroe que impide la guerra bacteriológica. Su función es presentar la investigación y el estudio como medio para superar las diferencias. Los antagonistas de todos ellos son los políticos corruptos y ambiciosos que utilizan los frutos de la ciencia para destruir y conquistar. Sus representantes son Natter, un espía, el primer ministro terráqueo y su delegado, Balkis. Ellos quieren vengarse de la galaxia, promoviendo una guerra bacteriológica.
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